La calificación final de la asignatura será el resultado, por una parte, de la evaluación continua del estudiante a lo largo del semestre de docencia, y por otra, de la realización de un examen o prueba escrita al final del mismo. En tal caso, para superar la asignatura, el alumno deberá obtener, como mínimo, la calificación de 5 puntos en cada parte.

La calificación mediante evaluación continua del alumno podrá representar el 30 % de la misma, del cual, el 10 % corresponderá a la participación del estudiante de manera activa en el desarrollo de la docencia, y el 20 % a la elaboración de trabajos y casos prácticos.

El resto de la calificación (70 %) se obtendrá mediante una prueba presencial en la que se valorará el grado de adquisición de los conocimientos y competencias por parte del alumno y su aplicación práctica en la resolución de supuestos concretos. Dicha prueba teórico-práctica (para la que únicamente se permitirá el uso de calculadora y no de otros aparatos electrónicos o teléfonos móviles), consistirá en la contestación a 2 preguntas teóricas y 3 prácticas, calificándose cada pregunta con una puntuación máxima de 2 puntos.
Aquellos estudiantes que no se hubieran acogido al sistema de evaluación continua serán calificados exclusivamente en base al examen final de la asignatura, que se puntuará sobre un máximo de 10 puntos, según lo indicado previamente.